La importancia de las revisiones periódicas del dentista
¿Por qué en ocasiones esperamos a tener síntomas graves o una alarma de salud para acudir al médico o al dentista? Antes de llegar a esta situación, la prevención es más sencilla, rápida y económica que el tratamiento de un problema avanzado.
En una revisión convencional y rutinaria se pueden detectar problemas precoces como por ejemplo la gingivitis o sangrado de encías. Si se detecta a tiempo, este caso puede tener una solución sencilla, pero por el contrario si no es tratado en el momento adecuado, podría derivar en una enfermedad periodontal (piorrea) que en ocasiones, no tiene solución y conlleva la pérdida de dientes.
Pero no nos engañemos, una revisión no se basa tan solo en mirar los dientes, es mucho más que eso; implica realizar un cuestionario de salud, saber qué siente el paciente, cuál es el motivo por el que acude a la consulta, si ha experimentado algún cambio de salud, realizar una exploración clínica de los tejidos blandos y duros de la boca y exploraciones complementarias como radiografías, fotos o modelos. El conjunto de todas estas actuaciones, junto al criterio profesional del odontólogo, se plasman en un diagnóstico y posteriormente en un plan de tratamiento cuando se considera necesario.
Y lo más importante, todo lo que se aleje de estos criterios profesionales y no sea realizado por un equipo de odontología experto, no debería valer para un paciente preocupado por su salud.